domingo, 20 de junio de 2010

Capítulo 17: ¿Debo confiar en ti?

El chico asintió, el aire se había vuelto demasiado tenso, las miradas bajaban hacia el suelo donde no tenían que enfrentarse a nadie, las manos nerviosas de Sunmi se entrelazaron al mango de la cesta que llevaba y musitó al fin:

-Esta es Boram, una alumna de intercambio de Canadá.

El chico me miró de arriba abajo y después asintió con la cabeza en forma de saludo.

-Encantado… - Dijo en un susurro.
-Él es Dongwoon, un…

El silencio volvió a inundar nuestra conversación hasta que decidí romperlo extendiendo la mano en su dirección y esbozando una dulce sonrisa.

-Es un placer, Dongwoon.

El chico miró mi mano extrañado, pero después de unos segundos la estrechó débilmente. La conversación no duró mucho más, Sunmi dijo que teníamos cosas que hacer y se despidió con un ligero movimiento de cabeza, al que el chico respondió con una ligera inclinación.
Dongwoon se encaminó con su rumbo, y Sunmi empezó a andar dirección a casa. Empecé a andar lentamente aún con la mirada clavada en la espalda de Dongwoon, cuando se giró para adentrarse en otra calle, pero, justo en ese momento nuestras miradas se cruzaron, sus ojos oscuros se clavaron en los míos. Sentí como si estuviera haciendo algo malo, me miraba de una forma dura, pero no entendía el porqué.

Lo perdí de vista cuando un muro de piedra se interpuso entre los dos, me quedé quieta sin entender lo que ocurría.

“¿Qué era lo que estaba ocurriendo? ¿Quién era ese chico? Y ¿Por qué había esa extraña atmosfera entre Sunmi y él?”

La voz de Sunmi me sobresaltó, me giré hacia la dirección de donde había venido su voz y la vi de pie, mirándome con unos ojos extraños a varios metros de mí.

-Date prisa, dentro de poco oscurecerá.



Llegamos en pocos minutos a casa, no había nadie así que supuse que Jonghyun y su padre estarían en el restaurante.
Sunmi se fue directa a la cocina a organizar la compra, yo me ofrecí a ayudarla pero ella se negó, así que me fui directa a mi habitación.
Nada más entrar vi el portátil en la cama, miré a todas partes pero no había nada, así que no tuve mas remedio que convénceme que estaba loca y que todo lo ocurrido momentos antes en mi habitación había sido una fantasía.
Dejé el portátil bajo la cama y me extendí en ella, fijándome en el techo de mi habitación.

“Me estaba volviendo loca… Quizás todo esto fuero un sueño y ahora tendría que despertar y descubrir que nada había ocurrido.”

Cerré los ojos con fuerza, tanto que si me empezaba a fijar en la oscuridad que me rodeaba podía ver pequeñas fusiones de colores.
Abrí los ojos cuando escuché unas voces, parecía que Jonghyun ya había vuelto a casa y ahora era Sunmi la que se iba al restaurante familiar.
Me levanté de la cama y me quedé sentada en ella. Estaba aburrida, desde que había llegado a esta casa no me dejaban hacer nada, había insistido en ayudar en casa o en el restaurante, ya que todavía no habían empezado las clases, pero siempre recibía negativas como respuestas.
No podía alejarme demasiado de casa porque no conocía nada, no quería hacerme una carga para nadie y tener que obligarles a enseñarme todo el vecindario, sabía que tenían mucho trabajo con el restaurante y apenas tenían tiempo libre.
Giré la cabeza y me encontré con el paisaje de la ventana, me levanté de la cama y me acerqué para ver si había cambiado algo en la habitación de mi vecino “Dongwoon”.
Pero no había nada nuevo, la cortina estaba corrida -como esta mañana- impidiéndome así que pudiera ver nada de su interior.
Abrí la ventada de mi habitación para dejar que entrara un poco de aire fresco y me senté sobre la repisa, -algo que se estaba convirtiendo en una costumbre- comencé a rebuscar entre el paisaje para encontrar algo que me llamara la atención, pero no conseguí ver nada.
Apoyé la cabeza en la pared y me quedé con los brazos cruzados, esperando a que algo interesante ocurriera.
En ese momento alguien golpeó la puerta de mi habitación, me giré sobresaltada y entré rápidamente para abrirle la puerta a Jonghyun ya que era la única persona que había en la casa.

Me abalancé sobre la puerta y la abrí de un tirón, esperando ver allí de pie a Jonghyun, pero no lo vi a él, ni a nadie. Un vacío se extendía frente a mí, haciéndome recordar todos esos momentos en los que habían sucedido cosas extrañas.
Me quedé de pie sin saber que hacer, con la mano aún apretando el pomo de la puerta, tragué saliva y avancé un paso, cuando algo que había estado escondido en la parte derecha de mi puerta se alzó y se dejó ver.
Me asusté y mientras intentaba retroceder me tropecé con mis propios pies y me caí al suelo, mirando con una cara de desconcierto a Jonghyun.
La sonrisa que momentos antes había estado dibujada en su rostro se había transformado en una expresión de preocupación y de culpabilidad.
Dejó los dos bols que llevaba en las manos y se dirigió hacia mí con la intención de ayudarme a levantarme.

- Lo siento, no quería asustarte…
- Pues desde luego esa parecía tu intención. - Dije algo molesta y rechazando su ayuda. -¿Qué quieres?

Miré encima del escritorio, donde se encontraba lo que había traído momentos antes, abrí los ojos un poco y le miré a él sin entender.

-Sólo pretendía animarte un poco, últimamente has estado extraña…
-Gracias. - Susurré mientras Jonghyun me pasaba uno de los bols.

Nos quedamos unos segundos en silencio, notaba como me miraba aunque yo tuviera la vista clavada en el bol de helado, alcé la vista y nuestras miradas se cruzaron. Él no la desvió, pero yo no pude evitar sentirme incómoda.

-¿Quieres que nos sentemos…? - Balbuceé mientras señalaba hacia la ventana.

Jonghyun me miró extrañado, pero yo me acerqué a ella y pase a través de la ventada para sentarme en las escaleras de incendio que había frente a mi ventana. Le hice una señal con la mano para que se sentara a mi lado y después de mirar con desconfianza a las escaleras de metal oxidado pasó a través de la ventana y se sentó a mi lado.
Nos quedamos mirando el horizonte, clavando de vez en cuando las cucharas de metal en el helado. Era una situación un poco incómoda, pero, Jonghyun fue el primero en romper el hielo.

-Supongo que todo esto será difícil para ti…

Lo miré de reojo, pero él seguía con la mirada fija en el cielo anaranjado que dejaba paso a la noche.
“Quién me diría a mí que ese chico que días antes me odiaba, ahora aprecia preocuparse por mí?

-Hay veces en las que te encuentras solo… -Dije jugueteando con el helado. - y piensas…

No me dio tiempo a terminar la frase cuando Jonghyun se apresuró a decir:

-No estás sola, me tienes a mí.

Se creó un nudo en mi estómago y no pude evitar mirar a Jonghyun, que seguía perdido en el cielo de la tarde. No sabía si esas palabras contenían un doble sentido, o por el contrario simplemente se estaba mostrando cortes y amigable conmigo.

-Gracias…

En ese momento deseé meter la cabeza en el helado y ahogarme en el por lo estúpida que había sido, él mostraba el apoyo que me daba y yo ¿sólo era capar de dar las gracias?

-Jonghyun, puedes confiar en mí… -Me apresuré a decir- no te decepcionaré.

Él volvió su cabeza hacia mí por primera vez y nuestras miradas se volvieron a cruzar, esbozó una pequeña sonrisa que creó un extraño sentimiento dentro de mí.

-Gracias… -Dijo mientras dejaba escapar una débil sonrisa.
Nos terminamos los helados sin apenas hablar, pero sin sentirnos ahora de forma incómoda.
Jonghyun entró en la habitación seguido por mí, iba a pasar por delante del escritorio cuando algo captó su atención, dejó con cuidado los recipientes en el escritorio y se agachó lentamente.
Abrí los ojos como platos al recordar qué había allí, de nuevo un nudo volvió a aparecer en mi estómago y fui hacia él lentamente.

-Jonghyun yo no tenía intención…
-¡¿De empezar a destrozar lo que no es tuyo?! - Dijo mientras alzaba a Momo con su mano. - ¿Acaso sabes cómo ha ocurrido esto?
-Fue un accidente, yo sólo quise arreglarlo…

La expresión de Jonghyun cambió completamente, me miraba con ojos de odio mientras apretaba los labios en forma de represión.

-¡¿Esta es la forma en la que puedo confiar en ti?! ¡¿Con la cual no me decepcionaras?!

Jonghyun había alzado la voz, casi parecía que estuviera gritando, yo me alejé varios pasos de él con las manos en alto y con una expresión de culpabilidad y remordimiento.

-No fue mi intención que acabara así… - Dije con la voz entre cortada.- ¡LO SIENTO!

Jonghyun me miró de arriba abajo con la expresión endurecida y después salió de mi cuarto con Momo en la mano y dando un portazo.
Miré impotente la puerta de mi habitación, me dejé caer en el suelo de mi habitación y me tapé la cara con las manos para esconder el ruido de mis sollozos.

“Estaba sola, a nadie le importaba y les daría igual que desapareciera.”

1 comentario:

Carlota Isabel Lifante Baeza dijo...

Perdon por el retraso, Rql...pero es que no avisas¬¬"""""En fin...que O.O!!ya se ve cada vez más esa tensión sexual aproximndose y ya se deduce que dentro de poco se tendrá que resolver^^
Me encanta, porque cada vez que leo me sorprendes más. Tu capacidad lingüística ha avanzado un montón desde los primeros capítulos. Enhoarabuena!!Y...tendrías intención de publicar???

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