viernes, 2 de julio de 2010

Capítulo 18.

“Morir no es fácil, el cuerpo está diseñado para estar vivo; cráneos recios, corazones fuertes, sentidos agudos… cuando el cuerpo comienza a fallar entran en juego otros factores…
Vivir es mejor que morir, …hasta que deja de serlo, pero, aunque dejar morir a una persona sea lo correcto, algunas personas no están hechas para eso, no les gusta perder y la muerte es como perder. Aun cuando sabemos que no lo es, sabemos que ha llegado la hora y que esta bien.”

-¡CORRE! - Vuelve a gritarme, interponiéndose entre ellos y yo.

Estoy paralizada, el miedo ha hecho que no pueda moverme. Descanso sobre la hierva con 144 en mi regazo, él clava sus uñas en mis muslos, pero, eso sigue sin ser suficiente para poder salir de aquel trance.

-¿¡QUIERES MORIR!?

Su voz suena rasgada, acaba de caer frente a mí, una barra de metal lo acaba de golpear, tirado sobre la hierva que nos rodea hace todo lo posible por levantarse. Mira hacia atrás, sus ojos oscuros se encuentran con los míos, una mirada llena de impotencia y de dolor.

-¡VETE!

Las palabras resuenan en mi cabeza y me hacen despertar, no esta en juego mi vida, no esta en juego mi seguridad, personas que esperan a sus familiares en casa, personas que tienen que enfrentarse a las malas noticias, personas que hacen lo posible por no derrumbarse frente al dolor…
Debía levantarme, debía ser útil, no por mí, sino por él… por Dongwoon.

Tres horas antes.

Mi cuerpo está apoyado en la pared de ladrillos que da a la ventana de mi habitación, sentada sobre el suelo de metal, dejando que la fría brisa de la noche me acune, dejando que el silencio de la noche me tranquilice, que llene el vacío de mi interior con la tranquilidad del momento.
Me pican los ojos, y por más que intente dejar caer las lágrimas no puedo… , no puedo dejar derramar ni una lágrima más. Poso los brazos en las rodillas y dejo descansar mi cabeza sobre ellos, levanto ligeramente la vista, dejando vagar a mis ojos por el paisaje que permanece frente a mí.

- La luna esta llena… - Susurro para mí.

Un ligero maullido capta mi atención, haciendo que mis ojos bajen rápidamente hacia el suelo, donde encuentro una pequeña mancha borrosa, froto con suavidad mis ojos y vuelvo a mirar en esa dirección, donde me encuentro a un pequeño gato de color banco y negro.

-144.…

Me levanto lentamente, ayudándome de la barandilla que había en las escaleras de emergencias, sin dejar de mirar al gato que caminaba con dirección a alguna parte, comienzo a bajar las escaleras sin pensar en nada más, como si no hubiera nada más en el mundo, como si nada más me esperase en ninguna parte. Caminé durante algunos minutos detrás de él, parecía que me estuviera enseñando el camino a alguna parte, ya que no paraba de mirar hacia atrás para asegurarse de que estaba ahí.
Por alguna razón no pensaba en el después, no pensaba en como volver a casa, porque quizás… no quería volver.
Aparecí frente a un pequeño río que separaba las afueras de la ciudad, miré a mi alrededor, nunca había estado ahí, no me sabía el camino de vuelta, pero, por alguna razón no estaba preocupada, divisé de nuevo al gato, que caminaba por la hierba en dirección a los bajos de uno de los puentes que permitía cruzar hacia el otro lado. Lo seguí sin pensármelo demasiado, con la mente nublada, solo con aquellas palabras que me desgarraban por dentro, evitando que pudiera pensar racionalmente.

“¡¿Esta es la forma en la que puedo confiar en ti?! ¡¿Con la cual no me decepcionaras?!”

Avancé hasta que vi al gato sentado frente a la pared del puente, frente a él había un pequeño jarrón cubierto por flores que comenzaban a secarse, una figurita que parecía contener varias letras en Han Gül y una pequeña foto cubierta por el polvo y la suciedad. Me agaché lentamente y cogí con cuidado la foto que había allí, pero, cuando mis dedos rozaron el cristal de la foto mi vista se nubló, comencé a ver varias imágenes sin sentido: una pelea, un joven rodeado, risas, sangre, un cuchillo que se acercaba lentamente hacia mí, pero justo en el momento cuando se suponía que debía sentir el dolor alguien dejó caer su mano sobre uno de mis hombros.
Recuperé la visión de golpe y mientras me giraba para ver a la persona que estaba tras de mí deje escapar un grito ahogado. Me tapé la boca con ambas manos, mientras seguía mirando a la persona que se alzaba frente a mí.
Era un chico, que me miraba implacable con los ojos clavados en los míos, esbozó media sonrisa, que no pude evitar comparar con las sonrisas a las que me había acostumbrado Jonghyun.

- Vete… - Susurró su débil voz.

No pude evitar mirarle con miedo, no tenía respuestas, pero algo dentro de mí me advertía, me decía que algo iba mal, me aseguraba que el chico que estaba frente a mí era el mismo que había visto momentos antes, rodeado, sufriendo mientras lo rodeaban y jugaban con él. Recordé el momento en que la navaja tendría que haber cortado mi carne, bajé la mirada y vi una pequeña mancha de sangre en la sudadera que llevaba, lo observé de arriba abajo mientras intentaba controlar mi expresión de terror, tenía el cuerpo cubierto por sangre y moratones.

- Vete. - Volvió a repetir en un suspiro.

Alcé la vista en un segundo, alertada por sus palabras, quería decir algo, pero el miedo me lo impedía, no podía moverme del sitio, no podía hacer nada más que respirar de forma agitada rezando en mi interior porque todo esto sólo fuero un sueño.
La figura que había frente a mí se giró lentamente para mirar algo y después desapareció como si nunca hubiera estado ahí.

-¿¡Qué haces tú ahí!?

Me giré de nuevo asustada, pero, vi frente a mi a Dongwoon que me miraba con una expresión extrañada.

-Y-yo… - Conseguí balbucear.
-¿Has venido a verle…? - Dijo extrañado mientras se acercaba lentamente a mí.

Pasó por mi lado pero me ignoró, comenzó a retirar las flores que estaban medio marchitadas y las cambió por unas nuevas que tenía en su regazo. Cuando acabó de cambiar las flores cogió la foto que momentos antes yo había rozado, y en un acto reflejo me levanté del suelo y retrocedí varios pasos.

-No…

Dongwoon me miró mientras fruncía un poco el ceño, parecía molesto por mi presencia, pero en esos momentos yo no era capaz de pensar más que en los momentos que antes había vivido. Dejó la fotografía donde antes había estado y pude ver el rostro del chico que antes había estado frente a mí, sonriente, feliz…

-No esperaba que te contaran acerca de este sitio. - Susurró Dongwoon mientras acariciaba lentamente a 144.

Pasaron unos segundos hasta que él se giró para mirarme fijamente, una expresión mezclada entre sufrimiento, lástima e incredulidad se dibujó en su rostro.

-¿Por qué estás aquí?
-Yo… - Susurré, pero no fui capaz de decir nada coherente.

Dongwoon se volvió a girar para mirar el pequeño santuario que había frente a nosotros, escuche como respiraba hondo e intentaba ahogar un pequeño suspiro.

-Nadie esperaba que algo así pudiera ocurrir, Yoseob el alumno ejemplar, que no causaba problemas… nadie se esperaba que muriera tan joven.

Podía sentir el sufrimiento de Dongwoon, pero , no era capar de articular palabra, quería salir de allí cuanto antes, quería irme a casa, quería despertar de este mal sueño.

-Nadie debería morir a los 17 años…
-Yo… - Susurré, pero él no se giró para mirarme. - yo, no sé volver a casa… -Dije al fin.

Pareció un poco duro y brusco, que alguien te este expresando sus sentimientos de dolor y tú ni siquiera seas capaz de intentar aparentar interés, pena… Yo no era una persona hecha para consolar a los demás, no era capaz de ponerme en su lugar e intentar sentir lo que él sentía.
Dongwoon se levantó lentamente, se giró y se quedó observándome, clavando sus ojos en los míos.

-¿Cómo has llegado hasta aquí?

Baje la mirada lentamente y me encontré con el pequeño gato, que no paraba de moverse de entre los pies de su amo.

-Suena estúpido, pero, me ha traído él… - Dije señalando a su mascota.

Dongwoon bajó la mirada, una pequeña sonrisa se dibujó en su cara y mientras metía las manos en los bolsillos de su pantalón dejó escapar un débil suspiro.
Parecía más relajado, pero, en un segundo se volvió a tensar completamente, justo mientras sonaban unas débiles risas en la lejanía.

-Ven aquí. - Susurró Dongwoon mientras me acercó a él de un solo tirón.
-¿¡Qué haces?! - Pregunté mientras intentaba soltarme.

Pero él se apresuró a taparme la boca con una de sus manos y a señalarme con la otra que debía guardar silencio. Algo que yo no hice, en lugar de eso le golpeé en el costado con uno de mis codos y conseguí liberarme. Escuché el débil gemido que había salido por la boca de Dongwoon, pero yo no me paré, salí corriendo para alejarme de ese lugar, no sabía a donde iba, no sabía si él me estaba siguiendo…
Escuché como una voz avisaba a alguien de mi presencia. Estaba a punto de salir de la hierba que rodeaba el río cuando me giré para ver de donde procedían esas voces, y entonces los vi.
Un escalofrío recorrió toda mi columna, acompañado de una sensación de terror, retrocedí varios pasos, pero, ellos ya me habían visto.

-¿A quién tenemos ahí? - Preguntó uno de ellos mientras se acercaban más a mí.

Busqué con la mirada algún sitio por donde escapar, algún indicio de vida más allá de los presentes, pero no había nada, estaba sola.
Retrocedí más para poder echar a correr, pero al parecer ellos se dieron cuenta de mis intenciones y comenzaron a separase para poder rodearme. Yo seguí andando hacia atrás de forma inconsciente, mientras pensaba en la forma de escapar, en lo que pasaría si no conseguía, en lo que me harían…

-¡¡¡CORRE!!! - Chilla alguien detrás de mí.

Me giro en un acto reflejo, para poder ver de quién es esa voz. Corre, no huye del peligro sino que se acerca lo más rápido que puede hacia mí, para ayudarme, para salvarme.
Me apresuré para echar a correr por fin, pero algo se enredó en mis pies y caí al suelo, miré asustada y enfada hacia aquello que se me clavaba en la pierna.

-Estúpido gato. - Susurré para mí.

Pero cuando fui a ponerme de pie miré hacia atrás, estaban demasiado cerca, demasiado como para poder huir. Algo brillante captó mi atención, y de nuevo otro escalofrío recorrió mi espalda.
Era la misma navaja que había visto antes, la misma que me tendría que haber cortado la piel.

-¡CORRE! - Vuelve a gritarme, interponiéndose entre ellos y yo.

Estoy paralizada, el miedo ha hecho que no pueda moverme. Descanso sobre la hierva con 144 en mi regazo, él clava sus uñas en mis muslos, pero, eso sigue sin ser suficiente para poder salir de aquel trance.

-¿¡QUIERES MORIR!?

Su voz suena rasgada, acaba de caer frente a mí, una barra de metal lo acaba de golpear, tirado sobre la hierva que nos rodea hace todo lo posible por levantarse. Mira hacia atrás, sus ojos oscuros se encuentran con los míos, una mirada llena de impotencia y de dolor.

-¡VETE!

Las palabras resuenan en mi cabeza y me hacen despertar, no esta en juego mi vida, no esta en juego mi seguridad, personas que esperan a sus familiares en casa, personas que tienen que enfrentarse a las malas noticias, personas que hacen lo posible por no derrumbarse frente al dolor…
Debía levantarme, debía ser útil, no por mí, sino por él… por Dongwoon.

2 comentarios:

Carlota Isabel Lifante Baeza dijo...

jojojojojojojojo...como no me avises para el siguiente, mueres!!!que me tienes asi: O.O!!!???!!!!
yo pensaba que el cabron iba a ser dongwoon y que iba a aparecer Jonghyun en plan principe azul.
El primer parrafo me encanta...

“Morir no es fácil, el cuerpo está diseñado para estar vivo; cráneos recios, corazones fuertes, sentidos agudos… cuando el cuerpo comienza a fallar entran en juego otros factores…
Vivir es mejor que morir, …hasta que deja de serlo, pero, aunque dejar morir a una persona sea lo correcto, algunas personas no están hechas para eso, no les gusta perder y la muerte es como perder. Aun cuando sabemos que no lo es, sabemos que ha llegado la hora y que esta bien."


en fin!!besos!!!

RqL dijo...

jajaja me gustaria k fuese mio ....
pero se lo robé a anatomia de gray xD
tuve k kambiar algunas cosas... pero lo robe!! xD
y te avisare para el siguiente!! yo pensaba k estabas de fiesta! como ya no subes capi ¬¬

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