viernes, 28 de mayo de 2010

Capítulo 15: Una máscara.

Tecleé lo más rápido que pude, pero mis dedos se golpeaban unos con otros, se paraban por el miedo e incluso temblaban al son de la lluvia que golpeaba el cristal de la ventana de mi habitación.
Las palabras salían sin sentido, borraba y comenzaba de nuevo, pero nunca conseguía escribir algo coherente con el cual poder responder.
Al final opté por enviarle lo primero que se me había pasado por la cabeza.

“¿Quién eres?”

Envié el mensaje y me quedé en la cama, esperando a que respondiera cuanto antes al mensaje, aunque no sabía si recibiría o no respuesta alguna.
Pasaron cinco minutos exactos y por fin recibí el correo. Respiré hondo y abrí el mensaje.

“No te imaginaba como en las fotos, aunque no hay demasiadas. Creía que serías una niña pija como las demás, para mi sorpresa resulta que eres asiática. Créeme cuando te digo que ahora formo más parte de tu familia de lo que tú la has formado al cabo de estos años.
Vamos piensa un poco la respuesta, sabes quien soy.”

El sonido de las gotas caer se hizo más débil, ahora lo único que podía escuchar en ese mar de silencio eran los latidos de mi corazón.
Cerré el portátil y me dirigí hacia la ventana.
Sabía la respuesta, claro que sí, quien sino sabría tantas cosas de mi casa, de mi familia… pero jamás lo habría imaginado actuando de esa manera. No sabía demasiado de él, pero, ¿Cómo podía actuar así conmigo?
No me conocía, esta era la primera vez que hablaba conmigo y parecía como si me estuviese robando lo que era mío, como si me estuviese robando a mi familia.

Abrí la ventana y me senté en la repisa, dejando que algunas gotas de lluvia me golpearan y así me despejaran un poco de todo.

No quería pensar, sabía que si lo hacía un mar de dudas y preguntas aparecerían en un segundo por mi cabeza, ahora lo único que quería era olvidar. Parecía que mi familia ya me había olvidado, ¿Por qué yo no iba a poder hacer lo mismo?
Tenía que ser fuerte, no debía dejar que las cosas me afectaran tanto, tenía que ocultar lo que realmente sentía.
Parecía que la noche llegaba demasiado pronto, el cielo encapotado no dejaba que ningún pequeño rayo de luz llegara a la ciudad. Una pequeña mancha blanca y negra llamó mi atención.
Miré con más atención y observé como el gato que encontré el otro día caminaba por un pequeño muro de cemento que rodeaba el pequeño edificio que había frente a la casa de Jonghyun.
Apoyé mi cabeza en la madera que sujetaba la ventana, siguiendo con la vista todos los movimientos del gato.
Se paró justo delante de una ventana que estaba en el primer piso, la miró durante un tiempo, mientras se preparaba para saltar a la repisa que tenía.
Pensaba que se golpearía la cara contra el cristal, ya que no tenía demasiado espacio para poder caer bien, pero, justo cuando la ventana se abrió el gato saltó cayendo dentro de la habitación.
Mi atención enseguida cambió del gato hacia el chico que había abierto la ventana.
Tenía le pelo negro y un poco desaliñado, su piel era algo morena y parecía bastante delgado.
Un chico así nunca abría llamado mi atención, parecía la típica persona que pasa desapercibida entre la multitud, a la cual no le prestas demasiada atención simplemente porque no descubres que esta ahí.

Mis ojos no se separaban de su figura, simplemente porque mi vista se había acomodado a esa dirección y no había nada que llamara mi atención.
Seguía con el pijama puesto, pero eso no me importaba, ya estaba acostumbrada a que algunos vecinos se pasearan de madrugada en pijama por las calles. Y tampoco me importó que el chico paseara su vista en mi dirección parando asombrado en mi posición.
Me miró fijamente unos segundos, los cuales yo también le miré fijamente, parecía asombrado, como si no se imaginara a nadie asomado desde esa ventana.
Enseguida entró a su habitación cerrando la ventana y corriendo la cortina para que yo no pudiera verle, pero eso no impidió que siguiera mirando en esa dirección.
Me quedé observando la pared de color grisáceo del edificio, la ventana de color blanco que reflejaba el paso del tiempo, y no me di cuenta de cómo el tiempo había pasado hasta que alguien posó su mano en mi hombro.
Me giré rápidamente, pero, no vi a nadie en mi habitación. Dude durante un momento, pero al final acabé aceptando que había sido fruto de mi imaginación. Miré el reloj que había en el escritorio y vi que ya casi era la hora de la comida.
Entré en mi habitación y cerré la ventana tras de mí, avancé hasta la puerta y la abrí lentamente, topándome con Jonghyun que me miraba extrañado.

-¿Estás bien?- Me preguntó mientras dejaba que yo pasara primero.
-¿Por qué lo preguntas?- Le dije creando una pequeña sonrisa falsa en mi cara.
-No, por nada…

Dejé atrás a Jonghyun pero justo cuando iba a pasar a la cocina algo me sujetó por la muñeca. Me giré sin ganas y miré a Jonghyun esperando a que me dijese lo que quería.

-No sé lo que te habrá pasado para que estés así…- Dijo mientras clavaba sus ojos en los míos. - pero no creo que sea buena idea de que vayas a comer aún en pijama…

Me miré sorprendida de arriba bajo. Con lo sucedido con los emails se me había olvidado por completo que seguía en pijama. Le miré un poco avergonzada, pero enseguida agaché la cabeza.

-Gracias, no me había dado cuenta… -Dije mientras me iba en dirección a mi habitación.

Pero justo cuando pasaba por su lado me volvió a agarras de nuevo y me cogió de la barbilla para que le mirara a los ojos.

-Boram, si te pasara algo quiero que sepas que puedes contar conmigo…

Asentí con la cabeza y dibujé de nuevo una falsa sonrisa en mi cara.
-No me ocurre nada, creo que estos días hacen que me atonte un poco…

Jonghyun alejó su mano de mi barbilla y dejó que me dirigiera de nuevo a mi habitación. Sabía que no lo había convencido, sabía que seguía pensando que algo me había ocurrido, y tenía razón.
Pero no quería parecer tan débil, no quería que me tomaran como la chica a la que le afecta cualquier cosa. No quería que se compadecieran de mí.
Solo quería esconderme detrás de una máscara, esconderme para que nadie más pudiera hacerme daño.

domingo, 23 de mayo de 2010

Noticias: Obras~~

Bueno como ya os habréis dado cuenta estoy cambiando el blog un poco de estilo... Para mejor o eso es lo que intento...Puede que durante estos días vaya cambiando un poco, pero lo hago para darle un aire un poco más moderno y que no os aburráis de la rutina.
Os pondré una encuesta para que votéis si os gusta el resultado o no.^^

~~Espero que votéis~~
...

P.D: Ya que estoy escribiendo esta entrada os dejo a otro de mis grupos favoritos ~~4MINUTE~~
Están de regreso acompañadas de BEAST!!! con la canción --Huh--
De izquierda a derecha " Ga Yoon- Ji Hyun- Hyun A- So Hyun- Ji Yoon"

~~Os dejo algunas de sus canciones~~




sábado, 22 de mayo de 2010

Capítulo 14: Un nuevo mensaje.

Habían pasado varios días, en los cuales mi relación con Jonghyun no hacía más que cambiar de una dulce sensación a una extraña paranoia, había momentos en los que deseaba que algo estallara, que el sueño se realizara estando despierta, pero, otras veces no podía aguantar estar cerca de él.
Era demasiado extraño, su personalidad cambiaba tan rápidamente que no podía adivinar si decía cosas en serio o por el contrario estaba de broma.
Además, durante estos días una extraña sensación había empezado a perseguirme. Al principio pensé que se debía a mi cabeza llena de fantasías, que yo misma creaba ese extraño ambiente de paranoias, quizás fuera debido a lo que me dijo Jonghyun, pero desde el día sentía como si algo o alguien me estuviera observando. Sentía como si la brisa del viento me tocara como una persona, como si el más mínimo ruido fuera provocado por alguien, sentía como si alguien no se separara de mí.



Estaba tumbada boca abajo sobre mi cama, observando con detenimiento la pantalla del ordenador, donde se encontraban los mensajes que había enviado y de los cuales no había recibido respuesta.
Empecé a escribir de nuevo otro mensaje, aún sabiendo que no recibiría respuesta no estaba dispuesta a dejar de intentarlo, no sabía por qué pero en cierto modo les echaba de menos.

-Queridos papá y mamá…

Pulsaba las teclas despacio, pensando en lo que debía escribir. Quizás no les hubieran llegado los mensajes, quizás no me hubieran llegado a mí… pero ¿Por qué sólo yo me preocupaba de mi familia?
En ningún momento había visto que el hermano menor de Jonghyun hubiera llamado a sus padres, y tampoco había visto que ellos le llamaran a él.
Pulse una tecla y en un segundo todas las palabras que había escrito se borraron en un segundo, empecé a teclear de nuevo hasta que logré escribir:

“Estoy bien.”

Envié el mensaje, y antes de apagar el ordenador volví a mirar la bandeja de entrada del Hotmail. Una sonría tonta se dibujó en mi cara cuando vi el mensaje de Amy.
Hace días que me respondió, y desde entonces habíamos mantenido varias conversaciones “vía Hotmail”
Me decía que me insinuara a Jonghyun, que me buscara un coreano que estuviera bien, que no me obsesionara este año con los estudios, que haga muchos amigos y que le enviara todas las fotos que esperaba recibir…

“Amy, Amy…”

Tan despreocupada como siempre, viviendo el día a día, disfrutando de cada momento. Cuesta creer que en el fondo este pendiente de todo.

“Siempre intentando protegerme”

Recordé cuando un grupo de niñas en primaria se empezaron a meter conmigo, a los pocos días varias de ellas dejaron de venir a clase durante unos días, al final se descubrió que Amy las había estado amenazando.
Nadie se esperaba que una niña de primaria tuviera esa mentalidad, pero al fin y al cabo Amy nunca a sido la típica chica que sueles esperar al ver su dulce sonrisa. Nunca la he visto enfadarse delante de mí, y siempre me enteraba tarde de todas las veces que había tenido que dar la cara por mí.

-Ojalá estuvieras aquí… - Susurré mientras cerraba el mensaje de Amy.

Mis ojos empezaron a humedecerse, quería hablar con alguien, quería desahogarme, quería volver a esconderme y dejar que los demás arreglaran los problemas por mí.
Pero ya no era posible, ahora estaba sola, y debía madurar para enfrentarme a este mundo.
Iba a apagar el ordenador cuando me fijé que tenía un nuevo mensaje. Volví a sonreír esperando que se tratara de Amy, pero me sorprendí al ver la cuenta con la cual habían enviado el mensaje.

-Mamá… -Dije mientras abría el correo.

“- No deberías seguir enviándoles mensajes a tus padres, ya sabes que te han olvidado ¿Por qué continuar prolongando el sufrimiento?”

Mi corazón se paró en seco, la poca esperanza que había surgido en esos segundos se esfumó rápidamente. Intenté tragar saliva, pero nada podía pasar ahora por mi garganta.

“¿Quién era la persona que había enviado ese mensaje? ?Qué sabía él o ella de mi familia? Y ¿Por qué me enviaba ese mensaje?”

Las preguntas comenzaban a flotar en mi cabeza como las pompas de jabón. Sabía la respuesta, aunque no entendía el… ¿Por qué…?

lunes, 17 de mayo de 2010

Capítulo 13: Un destello.

Jonghyun abrió la puerta y dejó que pasara yo primero, fue un gesto que me sorprendió en el fondo, aunque intenté que no se notara demasiado.
El camino de vuelta había sido demasiado incómodo, aunque más de una cosa resultaría incómoda a partir de ahora.

-Aquí tienes el portátil.

Jonghyun me extendió la mano con la cual sujetaba la bolsa del ordenador, observó por unos instantes a nuestro alrededor y después se acercó un poco a mí.

-Será mejor que no digas nada de lo que he contado esta tarde.

Asentí con la cabeza y acto seguido me fui directa a mi habitación, entré y cerré la puerta tras de mí, escuchando como Jonghyun entraba en su habitación.
Deje el portátil encima del escritorio y me desplomé sobre la cama.

“¿Cómo se suponía que iba a tratar a Jonghyun a partir de ahora? ¿Debería sentir lástima? ¿Pena?
No me gustaría que me compadecieran si estuviera en su lugar, pero si lo seguía tratando como hasta ahora quizás me sintiera culpable.”
Comencé a revolverme entre las sabanas de la cama, buscando soluciones en mi cabeza, pero no daba con ninguna convincente.
Me levanté de un salto al recordar una cosa.
Me acerqué al cajón del escritorio y de allí saque a Momo, con los arañazos que había en la tela que lo cubría.

-No tendré mas remedio que pedirle algo a Sunmi… -Susurré mientras volvía a dejar a Momo en el cajón.

Me quité el bolso y la chaqueta -dejándolos sobre la cama- y salí de mi habitación para bajar al restaurante familiar, donde me encontraría a Sunmi, pero cuando salí de la habitación me topé con Jonghyun que parecía haber estado frente a la puerta durante un largo tiempo.

-¿Quieres algo…? - Le pregunté algo sorprendida, aunque después de escuchar tomar forma a mis palabras me hubiera gustado golpearme la cabeza contra la pared por lo brusca y estúpida que había sido.
-Yo… - Empezó. -no quiero que me trates con lástima a partir de ahora…
-No lo iba a hacer… - Susurré. - si yo estuviera en tu lugar no me gustaría que me tratasen con lástima, así que no lo haré.

Jonghyun se quedó un momento pensativo, pero al final apoyó uno de sus brazos en la puerta y me miró fijamente.

-No soportaría que tú me miraras de esa forma…

Un nudo se creó en mi estómago, no sabía si esas palabras escondían algo, pero mi mente comenzó a bagar entre fantasías creadas en mi cabeza. Jonghyun no se movió ni un centímetro del marco de la puerta por lo que supuse que estaba esperando a que dijera algo, pero lo único que salió de mi boca fue:

-Tengo que ir a pedirle una cosa a tu madre…

Jonghyun dudó un momento, pero acabó por apartarse de la puerta para que pudiera salir de la habitación.
Comencé a andar por el pasillo con la mirada gacha. Notaba como Jonghyun clavaba sus ojos en mi nuca y no podía dejar de pensar lo estúpida que había vuelto a ser.
Salí de la casa y me quede por unos instantes en la puerta.

“¿Y si todo era una jugarreta de Jonghyun? Y lo único que quiere es darme pena para después aprovecharse de mí.”
Me crucé de brazos y comencé a bajar las escaleras.

-Pues no te saldrás con la tuya…

“Lo único que tenía que hacer era seguirle un poco el juego, si él estaba jugando conmigo ¿Por qué yo no podía hacer lo mismo con él? “

-Boram ¿Qué haces aquí? - Me preguntó Sunmi desde la barra.
-Te estaba buscando, necesito una cosa…
-¿Una cosa? - Me preguntó Sunmi extrañada.



Me senté sobre el suelo de mi habitación, intentando meter el hilo por el espacio de la aguja.

“Era más difícil de lo que había esperado”
Sunmi me prestó su set de costura, e incluso me preguntó si necesitaba ayuda para coser los “pantalones que se me habían desgarrado”

Al fin metí el hilo de color negro en la aguja y empecé a pasarla entre los espacios de la tela, era bastante difícil coser la lana sin que se estirara demasiado y quedaran espacios que le daban aspecto de deformado a Momo.
Después de unos quince minutos acabé de coser a Momo, no acabó perfecto, pero, al menos había intentado arreglarlo.

-Ya está, como nuevo… - Susurré mientras lo dejaba sobre la cama para devolverle a Sunmi el costurero.

Salí con dirección a la cocina -donde parecía que Sunmi se encontraba la mayor parte del tiempo- asomé un poco la cabeza por el pasillo y la vi cocinando la cena.

-Sunmi, muchas gracias por prestármelo. -Dije con una pequeña sonrisa falsa.
-Oh, no tienes porque agradecerlo.

Sunmi cogió el costurero y se fue a guardarlo en su respectivo lugar, mientras que yo busqué a Jonghyun con la mirada, debería estar sentado por algún lugar del comedor, pero no lo vi.
Me fui de nuevo a mi habitación y no pude evitar pararme frente a la puerta del cuarto de Jonghyun, me aseguré de que nadie me viera y después acerqué un poco mi oreja para comprobar si estaba en el interior de la habitación.
Pasaron unos segundos y no escuche nada, así que me aleje y me dirigí a mi cuarto.

“No sería muy bueno que alguien me viera en esa postura, y con la suerte que tenía últimamente de haberme quedado un poco más de tiempo seguro que alguien me habría visto”

Entré en mi habitación y me eché sobre la cama, cogiendo a Momo para no aplastarlo con mi cuerpo.
Lo alcé sobre mí para observarlo durante unos segundos, recorriendo con la mirada el hilo negro que ahora cubría su cuerpo.

-Ya estás arreglado, Momo. -Dije mientras me fijaba en los ojos de color pardo que me habían llamado la atención.

“Unos ojos que emitían un pequeño destello en su interior, un destello que no había visto antes en un muñeco.”

martes, 11 de mayo de 2010

Capítulo 12: El pasado “Final”

El restaurante estaba demasiado oscuro para poder ver con claridad lo que se acercaba hacia mí, no pude esquivar el golpe que me arrojó hacia atrás y me hizo caer contra el suelo.
Coloqué mi mano sobre la boca y miré la figura de Soohyun que se alzaba frente a mí. Acercó sus brazos con rapidez hacia mí, me cogió del borde de la camiseta y me levantó en el aire golpeándome contra la pared.

-¿Crees que puedes hacer lo que quieras sin consultarme?-Dijo acercando su cara hacia la mía, haciendo que su apestoso aliento me golpeara de lleno.

Coloqué mis manos sobre las suyas para intentar que me soltara, pero no podía hacer nada más, quizás el miedo, la impotencia; todo aquello se unía y me provocaba una extraña sensación que no me dejaba moverme.

-¿De dónde ha salido ese estúpido gato? -Dijo mientras me soltaba, pero siguiéndome acorralando contra la pared.
-Es de un amigo, sólo lo estaba cuidando…
-¡Respóndeme bien! -Dijo mientras me volvía a lanzar un puñetazo contra el estómago.

Me agaché sujetándome el lugar del golpe con ambas manos y apreté los dientes intentado ahogar un pequeño gemido de dolor.

-Era de un amigo, … señor.

Al oír esas palabras se apartó de mí, dejándome al fin un poco de espacio en el que poder respirar.

-¿Lo ves? Si te comportaras como un buen muchacho no tendrían que pasar cosas como estas.

Acercó de nuevo su mano hacia mi cara, y yo cerré los ojos en un acto reflejo.

-Arréglate un poco antes de subir. -Dijo mientras me pegaba unas palmaditas en la mejida del golpe.

Después de eso abrió la puerta, dejando que un pequeño rayo de luz me iluminara por un momento, solo unos instantes antes de que cerrara la puerta de nuevo y me sumiera otra vez en la oscuridad.
La oscuridad me la que me había adentrado desde hace tiempo.
Me dejé caer contra el suelo, quedándome inmóvil en la oscuridad, intentando concentrarme en no derramar ninguna lágrima, pero era demasiado tarde, las lágrimas ya comenzaban a caer por mis mejillas, dejando escuchar en el silencio varios gemidos ahogados.

Varios días después todo ocurría como si nada hubiese pasado, como era de costumbre en esa casa, haciendo oídos sordos y dejándose ciegos voluntariamente. Sungho se sorprendió al ver el moratón que me había salido en la comisura izquierda de la boca, pero a la hora de preguntarme mi madre le respondió que seguramente me había caído en el instituto.
Era tan hipócrita escucharlo de sus labios, escuchar como le seguía la corriente a ese engendro, como lo protegía... Aún sabiendo que si no fuera por mí, ahora en estos momentos el que estaría en mi lugar podría ser ella, o Jonghyun o incluso Sungho “el niño de sus ojos“.
Me levanté de la mesa y dejé mis platos sobre el fregadero.
Me dirigí a mi habitación intentando evadirme de ese ambiente, pero a los pocos segundos escuché como unos pasos chocaban contra el suelo y se acercaban más hacia mí, me giré para ver quien era y pude observar como Jonghyun entraba rápidamente en su habitación con la cabeza gacha cerrando la puerta tras de si.
Le miré con reproche, aún sabiendo que no me veía. No podía echarle toda la culpa de lo ocurrido aquella mañana, pero en parte sentía un poco de rencor hacia él, ya que sino hubiera sido por su culpa nada de eso hubiera pasado.
Entré en mi habitación, me senté en el escritorio, apoyando la cara en mis manos y observando fijamente la ventana de la habitación de Dongwoon.

“¿Nunca acabaría esto? ¿No podría vivir tranquilo?”

Me sumergí en un mundo de pensamientos, calculando todas aquellas posibilidades, todas las opciones que tenía. Quería acabar con todo esto, o que al menos Jonghyun y Sungho puedan vivir tranquilos.

Escuché unos golpes contra la puerta de mi habitación, pero no respondí.

-¿Puedo pasar?

Escuché la voz de Jonghyun al otro lado de la puerta. Volví a mí mismo, y me giré en la silla del escritorio para poder verle de frente.

-Pasa…

Jonghyun abrió la puerta y entró lentamente, escondiendo algo detrás de sí.

-¿Qué quieres?
-Bueno, yo…

Jonghyun evitaba mirarme directamente, las palabras salían entrecortadamente de su boca y notaba lo difícil que le era enfrentarse así a mí, sobre todo en estos momentos.
Jonghyun nunca a sido el típico niño amigable. Es demasiado débil, le afecta demasiado lo que ocurre a su alrededor, por eso, quizás sienta un poco de lástima hacia él, pero al mismo tiempo me molesta que no pueda valerse por sí mismo, que no sea capaz de defenderse.
Pero en cierto modo él es como yo, él está tan solo como yo.

-Quería pedirte perdón, ya no tienes a tu gato por mi culpa…
-No tienes porque pedir disculpas. -Le dije mientras le hacía señas con la mano para que se fuera de mi habitación.
-¡Por eso te traigo esto!

Miré con curiosidad lo que Jonghyun acababa de mostrar, me levanté de la silla y me acerqué despacio hacia él, miré fijamente el peluche que llevaba en las manos, lo cogí y lo arranqué lentamente de sus manos.
Miré fijamente a Jonghyun y coloqué una de mis manos en su cabeza.

-No tienes que pensar tanto en los demás… -Le susurré mientras me acercaba un poco más a él - Jonghyun, intenta pensar más en ti y en lo que te hace sentir bien.

Jonghyun asintió con la cabeza, pero me observaba con una mirada de desconfianza. Al final Jonghyun salió de mi habitación y yo volví a sentarme frente al escritorio, esta vez observando el peluche que me había dado.

Su tacto era algo rugoso ya que estaba hecho por lana de un color azul muy oscuro, casi negro, tenía unos ojos saltones y de color pardo “Al igual que 144” y no era mucho más grande que una cabeza humana.
Un pequeño lazo de color rojo llamó mi atención, lo miré con más detenimiento, observando la pequeña chapa de plástico dorado donde ponía “Miau, Miau” deshice el lazo y le quité la chapa.

-Mereces algo mejor que eso…-Susurré volviéndole a colocar el lazo de color rojo.

Dejé el peluche a un lado del escritorio y empecé a dibujar diferentes objetos para matar el tiempo, quizás alguno quedara bien con el lazo de color rojo.



-Este estará bien. -Dije mientras levantaba la hoja de la mesa.

Pero cuando volví a bajarla y colocarla sobre la madera vi a “144” mirándome a través del cristal de la ventana.
Giré mi cara para ver la hora del reloj y para mi sorpresa ya eran las 23:00 p. m.
Dejé a un lado las hojas con los dibujos y el peluche, y me dispuse a salir por la ventana para dirigirme a la casa de Dongwoon.
Pero en ese momento Jonghyun apareció por la puerta de mi habitación, observándome con medio cuerpo fuera de la ventana.

-Hyun… - Susurró él.

Volví a entrar inmediatamente en la habitación y cerré la puerta dejando a Jonghyun en el interior de mi habitación.
Me acerqué a él y le cogí por los hombros, mirándolo fijamente a los ojos.

-No le digas nada de esto a nadie.
-Pero…
-¿Me lo prometerás? - Dije mientras le apretaba ligeramente los hombros.
-Sí. -Susurró al fin.

Solté a Jonghyun y me alejé un par de pasos de él, mirándolo, observando la expresión que mostraba.
Abrí lentamente la ventana de mi habitación y empecé a salir por ella, pero justo cuando iba a asegurarla para que no se cerrase miré fijamente a los ojos de Jonghyun.
Un escalofrío recorrió mi espalda.

“Esa situación”

Era como si estuviera abandonando a Jonghyun a su suerte, como si yo me escapara hacia la felicidad dejándolo aquí. Pero era realmente lo que había hecho durante todo este tiempo, yo me evadía de los problemas dejándolo a él en este pozo.

“¿Y el día que yo no esté aquí?”

Abrí de nuevo la ventana de mi habitación y volví a entrar, cogí a Jonghyun por la cara y lo miré fijamente a los ojos.

-Jonghyun haz caso de las palabras que te voy a decir a continuación, porque te harán falta en el futuro…

Jonghyun me observó con una mirada de incomprensión en sus ojos, pero parecía que realmente estaba escuchando con toda su atención.

-Jonghyun, tienes que ser fuerte, tienes que aprender a defenderte por ti mismo ¿Entiendes? Tienes que aprender a cuidar de ti mismo.

Jonghyun asintió con la cabeza, pero aún me miraba con una expresión entre terror y tristeza.
Me alejé de él y me perdí atravesando la ventana de mi habitación.



-Pensé que no vendrías. -Dijo Dongwoon mientras se separaba de la pared del puente.
-Has enviado a 144 ¿No? -Dije mientras le enseñaba a 144 en mis brazos.

Nos sentamos en el borde del río, estuvimos allí mirando las estrellas de la noche durante casi media hora, desconectando del mundo, desconectando de los problemas.

-¿Qué tal la cara? - Me preguntó Dongwoon.
-El golpe se está curando. -Dije mientras me tocaba la cara con una de mis manos. -dentro de poco ya no quedará marca.
-Creo que sólo los estúpidos se creyeron que te habías tropezado en el instituto.
-La gente sólo ve lo que realmente quiere ver…

Dongwoon se levantó del césped y comenzó a andar dando círculos, pero se paró en seco con la mirada fija en un punto. Me medio levanté, dirigí mi mirada en dirección a lo que él estaba mirando, y pude observar como un grupo de chicos algo familiares se acercaban a nosotros.
Me puse en pie rápidamente y cogí a 144 entregándoselo a Dongwoon.
Dongwoon era mucho más rápido que yo y por lo tanto sería mucho más seguro que 144 estuviera con él, además… él era su dueño.

-¿Qué hacemos? - Preguntó Dongwoon.
-Vámonos de aquí…

Dimos unos cuantos pasos en otra dirección, pero por ese camino también comenzaron a aparecer más personas.

-Era extraño que no estuvieran todos… - Susurré mientras me giraba para ver a los que venían detrás de nosotros.
-¡Hey, vosotros! -Dijo uno de los chicos que venía en el primer grupo. -¿Qué tenéis ahí?
-Nada. -Dijo Dongwoon en un acto reflejo.
-No me parece a mí que no tengáis nada. - Dijo otro chico del segundo grupo, haciendo que Dongwoon se girara para mirarle.
-Vamos, darnos todo lo que tengáis.

Me acerqué un poco más a Dongwoon, observando como los ambos grupos avanzaban hacia nosotros.

-No tenemos nada. -Dije mientras miraba hacia todas partes, intentado buscar un lugar por donde poder huir.
-No te creemos… - Dijo uno de los chicos entre risas.
-¿Y ese gato? ¿Acaso es vuestro?
-Podríamos jugar un poco con él…

Las risas comenzaron a surgir de las bocas de esas personas, miré de reojo a Dongwoon que seguía sujetando a 144 entre sus brazos. Sabía que si nos quedábamos aquí nada bueno podría pasar, lo único que podíamos hacer era intentar huir.

-A la de tres echa a correr en dirección a tu casa ¿De acuerdo? - Le susurré.

Dongwoon me miró extrañado pero asintió con la cabeza, miré a las personas que se acercaban lentamente hacia nosotros y empecé a contar en voz baja.

-Vamos no os hagáis los héroes, dadnos todo lo que tengáis.
-Uno, dos… ¡TRES!

Ambos salimos corriendo en direcciones opuestas, los chicos reaccionaron tarde, pero se separaron para poder perseguirnos a los dos. Dongwoon desapareció enseguida entre las calles de la ciudad, sin embargo, a mí me había tocado el peor camino.
Corría con todas mis fuerzas entre la hierva, dirigiéndome hacia el otro puente que había a unos pocos metros más allá.
Pero justo cuando iba a pisar el suelo pavimentado de la carretera algo me agarró por la capucha de la sudadera y me lanzó hacia atrás, haciendo que cayera de golpe contra el suelo.
Las risas comenzaron a surgir nuevamente, y noté como abrían un pequeño espacio para que uno de los tipos pudiera verme mejor.

-Nos haces correr ¿Eh? -Dijo el chico que acababa de aparecer frente a mí. - no me gusta que me hagan correr...

Varias personas me arrastraron bajo el puente, me colocaron junto a unos tabiques y me inmovilizaron.

-Sabes lo que te va a pasar ahora ¿Verdad? -Dijo el mismo chico de antes sacando una pequeña navaja de su bolsillo. -¿Tienes algo que decir?

Algunos chicos empezaron a reírse de nuevo, y entre el jaleo pude escuchar como algunos de ellos creaban apuestas sobre cuanto tiempo tardaría en gritar del dolor.
Miré con furia a la persona que había frente a mí, pero en seguida una sensación de humedad y de dolor me recorrió el costado.
Apreté los dientes, y escondí un gemido entre ellos observando como una pequeña mancha de color oscuro empezaba a aparecer en mi sudadera.

-¿Acaso no tienes nada que decir?

Levanté la cabeza y le escupí en la cara a esa persona, la que seguramente debía ser el “jefe”.
El chico se puso de pie y se limpió la cara con la camiseta de uno de sus amigos.

-No deberías haber hecho eso… -Dijo mientras jugueteaba con su navaja, ahora manchada con un poco de sangre. -¿Queréis jugar un poco antes de que acabe con él? ”



El dolor no duró mucho tiempo, parece ser que me desmayé a los pocos golpes, lo último que recuerdo de mi vida fue despertarme en un charco de sangre, cubierto por el barro. Estaba tirado sobre la hierva, seguía junto al puente, pero parecía que ahora ya no estaba bajo él, sino que estaba tirado a unos pocos metros más lejos.
Observaba mi cuerpo, mi cara pálida, manchada por el agua de la lluvia, el barro y la sangre.

Levanté la vista, lo único que quería ahora era sentir la libertad, las gotas de lluvia caer en mi cara, la brisa del viento rozar mi piel una vez más, pero no podía, no podía sentir nada...

“Lo único que quiero ahora es vengarme de todas aquellas personas que me han hecho daño en esta vida.”

jueves, 6 de mayo de 2010

Capítulo 12: El pasado “2ª parte.”

Recordé cada día que había pasado junto a Dongwoon, había sido mi mejor amigo desde secundaría, desde que le ayudé en aquella pelea.
Andamos rodeando el río, esperando a que el tiempo pasara lentamente. Sabía que a Dongwoon no le interesaban demasiado estas escapadas nocturnas, pero lo hacia por mí, sabía que necesitaba una pequeña vía de escape de mi vida, era así como me mostraba que realmente mi amigo.
El camino se hizo más corto de lo esperado, y en un abrir y cerrar de ojos ya me encontraba frente a las escaleras de emergencia.

-Cuídalo bien. -Dije mientras le acariciaba la cabeza al gato.
-Todavía no te he asegurado de que me lo quedaba…
-Tu madre no podrá decirle que no a esa cara.

Dongwoon me miró con una media sonrisa y después retrocedió varios pasos dirección a su casa.

-No sé si te das cuenta de que ella aún no sabe que me voy por las noches…

Le miré con el ceño fruncido, buscando en mi mente varias posibles respuestas a este problema.

-Podrías esconderlo hasta mañana y decirle que te lo has encontrado en la calle…
-No conoces a mi madre, lo encontrará…

Suspiré mientras extendía los brazos dirección a Dongwoon.

-Esta bien déjamelo, no creo que se den cuenta por una noche…
-No creo que sea buena idea, imagínate que Jonghyun o Sungho entran en tu cuarto.
-No entraran.- Dije con una sonrisa en la cara.

Pasó el tiempo y Dongwoon se fue a su casa. Yo metí a “144” entre mi pecho y la sudadera, para que no cayera mientras subía por las escaleras, abrí sigilosamente la ventana y entré en mi dormitorio.
Encendí la pequeña luz del escritorio y dejé a 144 en el suelo, abrí el armario y le habité un pequeño espacio para que pudiera pasar la noche.
Metí a 144 dentro del armario y lo cerré, exceptuando una pequeña rendija por la que pasaría el aire.
El día había sido muy largo y ahora no tenía ganas de hacer otra cosa que no fuera tumbarme en la cama y dormir.
No me cambié, ni siquiera me quité los zapatos, simplemente me desplome en las sabanas y dejé que mi mente viajara por un mundo de fantasías.

El sol golpeaba de lleno mi cara, me estremecí entre las sabanas que ahora estaban completamente revueltas, me giré buscando de nuevo la oscuridad, pero algo llamó mi atención, me giré rápidamente para mirar la puerta del armario que ahora estaba más abierta de lo normal.
Me levanté corriendo y caí de rodillas frente el armario, lo abrí y busqué desesperado a 144, pero no estaba allí.
Me levanté corriendo del suelo y salí de mi habitación a toda prisa, crucé el pasillo y abrí de golpe la habitación de Jonghyun y de Sungho, pero ahora solo estaba este último, durmiendo como un tronco en su cama. Cerré la puerta lentamente y me dirigí hacia el comedor donde se encontraban mi madre y mi padre.

-Madre… -Dije tímidamente.- ¿Ha visto a Jonghyun?
-Jonghyun se levantó pronto hoy, únicamente te levanta pronto los días festivos.-Dijo con una pequeña sonrisa.- creo que está afuera jugando.
-Jugando.-Dijo mi padre mientras se levantaba de la mesa del comedor.- ¿No deberías estar estudiando?
-Hoy es domingo deja que se relaje un poco…

Soohyun miró de reojo a Sunmi, haciendo que esta bajara la mirada hacia la mesa que tenía enfrente.
-Solamente iré a ver a Jonghyun un momento.-Dije mientras agachaba la cabeza.

Soohyun pasó por mi lado, y cuando casi había pasado por completo por mi lado se paró y poso su mano sobre mi hombro.

-No tardes demasiado…-Dijo con un tono fuerte de voz.

La mano que había puesto en mi hombro empezó a presionar ligeramente.

-No, señor…

Mi padre me soltó y se fue por el pasillo. No levanté la mirada, no miré a mi madre, sabía que no serviría de nada, así que ya ni lo intentaba, salí de la casa aún con la ropa de ayer y me encontré con Jonghyun que estaba sentado en las escaleras de la entrada, jugando con algo.

El no se dio cuenta de que yo estaba allí, así que me acerqué a él y lo miré por encima del hombro, allí estaba.
Jonghyun estaba acariciando a 144.

-¿De dónde lo has sacado?- Le dije intentando controlar mi ira.

Jonghyun se giró sobresaltado y me miró con unos grades ojos, dejó a 144 en uno de los escalones y se puso de pie frente a mí.

-Lo siento… -Susurró.- escuché un ruido extraño en tu habitación…
-Y decidiste entrar a hurgar en las cosas de los demás ¿No?

Acerqué más mi cara a la de Jonghyun, haciendo que este bajase la mirada hacia el suelo.

-Lo siento…
-¡No vuelvas a coger las cosas que no son tuyas!

Recogí a 144 del suelo y observé a Jonghyun con una fría mirada.

-Entra en casa…
-Sí.

Observé como Jonghyun entraba en casa a toda prisa, y cuando comprobé que no había nadie observándome bajé las escaleras y me dirigí hacia la casa de Dongwoon.
Me acerqué a la ventana de su habitación y la golpeé débilmente varias veces.
Dongwoon abrió la ventana aún con la expresión medio dormida -Como si acabara de despertarse- y me miró extrañado.

-¿Qué…?
-No puedo tenerlo más tiempo… ¿Podrías…?

Dongwoon se restregó la cara varias veces, pero al final extendió sus brazos y mostró media sonrisa.

-Mi madre me va a matar.

Me empecé a reír débilmente y le entregué a 144.
-Cuídalo bien.-Dije, y después de eso me giré para dirigirme a mi casa.
-Cuídate tú.-Dijo Dongwoon detrás de mí.

No me giré pero levanté mi mano derecha, como una muestra de que le había escuchado.
Subí las escaleras y entré por la puerta de mi casa, pero para mi sorpresa ahí se encontraba mi padre “Soohyun” cruzado de brazos frente a mí.
Miré por detrás de él y vi a Jonghyun con una expresión de miedo y dolor mientras se sujetaba con la mano izquierda su mejilla.

-¡Acompáñame! -Dijo Soohyun mientras salía de casa y bajaba las escaleras de la entrada.

Miré extrañado a Jonghyun y él bajó la mirada al suelo de nuevo.

-Lo siento, le dije que nos habías comprado una mascota… -Susurró a medida que unas lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.

Me giré sin decir nada, cerrando los ojos y respirando profundamente mientras que bajaba los escalones, abrí los ojos y encontré la puerta del restaurante entre abierta, entré lentamente y una voz me dijo que cerrara la puerta tras de mí.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Noticias: Cambio~~


Bueno dado que algunas personas confundían el nombre de Jun Hyung "Hermano mayor de Jonghyun" con el propio Jonghyun he decidido cambiarle el nombre al hermano por uno que se pueda diferenciar más fácilmente.
Así que nuestro querido "Taemin- Jun Hyung" ahora será nuestro querido "Taemin- Yoseob"
Sí, el nombre de otro de los miembros de Beast!!
No nos conformábamos con el vecino "Miembro de Beast" que ahora el hermano mayor se llamará como uno de los miembros de la ya dicha banda.

~BEAST~

De izquierda a derecha: "Fila de arriba" -Doo Joon-Hyun Seung-Jun Hyung y Dong Woon "Nuestro querido vecino" "Fila de abajo" -Gi Kwang y Yo Seob-

Les pongo los nombres de esta banda porque realmente me gusta su música, y ya que Dongwoon y ahora el nombre de Yoseob forman parte de mi historia pensaba que estaría bien poner un poco sobre ellos. ^^


Espero que no les moleste el cambio de nombres. ^^
Y ya que escribo esta entrada les comento un nuevo cambio en el blog, a partir de hoy habrá una nueva página junto con "Personajes, galería y premios. Ahora contamos con más música!!
No es "K-pop" pero espero que les gusten las nuevas canciones.

domingo, 2 de mayo de 2010

Capítulo 12: El pasado "1ª parte."


Espero en la oscuridad, sumido en mis pensamientos, reviviendo una y otra vez aquellos momentos.
Debería sentir el frío, pero no siento nada, es como si no existiera. El tiempo corre, pero yo no soy capaz de darme cuenta, cada minuto, cada segundo, es una eternidad para mí...
Oigo voces a mi alrededor, pero no soy capaz de distinguirlas. Todo es demasiado confuso, demasiado difícil de averiguar.

"Está oscuro" "No puedo moverme" "No puedo respirar"

Las voces se vuelven más claras, más cercanas, hasta que por fin puedo entenderlas.

-Ya está, como nuevo...

Es una voz femenina, pero... tan familiar.

-Ya estás arreglado... "Momo"

Momo, era un nombre que me resultaba familiar, pero no recordaba haberlo escuchado antes.

"En mi vida"

Escucho el maullido de un gato y eso me hace recordar el pasado, el tiempo donde todo era más fácil, donde sabía cuando terminaban los sueños...

" Abro la ventana de mi habitación y dejo que la brisa de la noche inunde todo el espacio, haciendo que me recorran ciertos escalofríos provocados por el aire frío.
Miro por la ventana, esperando encontrar la señal, esa señal que me permitirá ser yo mismo por unos momentos.
Fijo la mirada en una ventana -Tiene las cortinas corridas, y no hay ninguna luz en su interior- parecía que no hubiera nadie, y cuando estuve a punto de correr mis cortinas y de apagar la luz, la vi.
"La señal"

Una pequeña y débil luz iluminó por unos instantes la ventana, fui corriendo hacia la entrada de mi habitación moviendo el interruptor varias veces, haciendo que la luz de mi habitación parpadeara.
Dejé la luz apagada y fui directo a la ventana, deslizándome por ella y saliendo de mi habitación. Me aseguré de que la ventana no pudiera cerrarse y bajé por las escaleras de emergencia a las que daba mi habitación.
Caí de un salto en el suelo de la calle, pero no hacía falta esperar, él ya estaba allí, puntual como siempre. Me acerqué lentamente colocándome la capucha de mi sudadera y metiendo las manos en los bolsillos.

-Has elegido una noche fría.- Susurré mientras me ponía frente a él.

Una blanca sonrisa se dibujó en su cara y una nube de vapor causado por el frío salió de su boca cuando la abrió para saludarme.

-Yoseob, algún día te romperás una pierna saltando desde ahí.- Dijo DongWoon mientras señalaba las escaleras de emergencia que había justo detrás de nosotros.
-Soy como un gato, tengo siete vidas.-Dije riendo- vámonos, no quiero perder más el tiempo...
-Veo que tienes prisa.
-Tengo ganas de alejarme de todo esto...

Dongwoon se colocó la bufanda de color gris de forma en que el frío de la noche no pudiera golpearle la nariz ni la boca; nos pusimos a andar, dejando atrás ese pequeño callejón.
Después de varios minutos nos encontramos frente al río que había cerca de nuestro barrio.
Yo estaba sentado en el césped que había a su alrededor, observando como Dongwoon recogía piedras para luego lanzarlas al río.

-Algún día... -Susurré mientras me dejaba caer mi cabeza contra el césped.- algún día abandonaré todo esto...
-¿Cómo te va en casa?

Esperé unos segundos para responderle, para buscar las mejores palabras, para recordar todo lo sucedido; justo el tiempo para que él se girara a mirarme preocupado.

-¿Ha vuelto ha ...?
-Sí... -Dije mientras me perdía observando las nubes del cielo.
-¿Cómo están los demás?
-Mí madre y Sungho están bien, pero, ahora me preocupa Jonghyun... está empezando a comportarse así con él.

Dongwoon soltó las piedras junto a la orilla, se acercó lentamente hacia mí -dando pasos desequilibrados- y se sentó a mi lado.

-Yoseob, ¿Qué piensas hacer?
-No lo sé.-Dije en un suspiro mientras me incorporaba al lado de Dongwoon.-¿Sabes?
-¿Eh?
-Deberíamos cambiar de señal...-Dije en un tono más divertido, como si la conversación de antes no hubiera tenido lugar.
-¿Cambiar?-Me preguntó extrañado Dongwoon.
-He estado pensando en comprar un gato, si algún día necesitáramos avisar al otro y no está atento a la señal no podríamos comunicarnos, pero si tenemos al animal podríamos mandarlo hasta la otra ventana y que empezara a maullar, así nos daríamos cuenta...

Una chispa de diversión se cruzó por mi cabeza y creo que Dongwoon se dio cuenta de eso.

-Estaría bien.-Dijo ilusionado mientras se levantaba y se ponía frente a mí para contarme varias ideas que se le habían ocurrido en estos segundos.

-Hey.-Dije para que se callara -tengo que enseñarte algo.

Dongwoon me miró con complicidad y con una amplia sonrisa. Me levanté y comencé a caminar hacia el puente que unía las dos mitades que separaba el río. Me paré frente a una pequeña obertura que había en la parte baja del puente y comencé a silbar.

-¿Qué haces?-Dijo Dongwoon mientras se acercaba a la obertura y se agachaba en cuclillas para ver mejor.

De ese pequeño espacio una pequeña cabeza de color blanco y negro se asomó, dejando ver unos grandes ojos de color pardo, llevaba un collar de color azul que le quedaba bastante grande, pero aún siendo así de pequeño salió del hueco y se me acercó a toda prisa dejando que le acariciara la cabeza.

-Yoseob, ¿De dónde has sacado este gato.
-Lo encontré en la calle, seguramente su madre lo abandono...

Dongwoon cogió al gato y empezó a acariciarlo entre sus brazos.

-¿Qué es esto...?- Dijo observando el collar que llevaba en el cuello.
-Es tan pequeño que le queda grande.

Dongwoon se paró a mirar fijamente la chapa que había en el collar.

-¿144?
-El catorce de abril.-Susurré.
-El día...
-El día en que te salvé la vida.-Dije bromeando.

Dongwoon empezó a reírse, se agachó lentamente y dejó al gato en el suelo. Este se acercó rápidamente a mis pies, quedándose entre ellos.

-Parece que has pasado mucho tiempo con él.
-Sí...
-¡Oye! no me salvaste la vida, solamente me ayudaste.

Dejé escapar una ligera risa mezclada con un suspiro.

-¡Oh! ya entiendo, la idea de antes ya la tenías pensada desde hace mucho ¿No?
-Yo no puedo hacerme cargo de él, ya lo sabes...
-Yoseob ¿Esperas que me haga cargo yo?
-Sólo si puedes...
-Mi madre no me dejaría tener un gato.

Me quedé observando la oscuridad de la noche, como las brisas movían las nubes del cielo.

-Si se queda aquí le podría pasar cualquier cosa.
-No me puedo hacer cargo de él.
-Le he enseñado varias cosas, es muy listo...
-Yoseob.

El rostro de Dongwoon cambió a una expresión de confusión.

-¿Quiéres que le pase lo mismo que a ti aquel día? si lo dejamos aquí cualquier persona podría hacerle lo que quisiera.

Le hice una pequeña señal al animal y acto seguido el gato se acercó a los pies de Dongwoon, mirándolo directamente a los ojos.
La expresión de Dongwoon se turbó durante unos segundos.

"El plan estaba funcionando"

-¿Por qué me haces esto?-gritó mientras se daba la vuelta y se tapaba los ojos, una señal de que había ganado.- está bien, intentaré convencer a mi madre, pero no te prometo nada.
-Gracias Dongwoon.

Recogí al gato y se lo coloqué en los brazos para que lo pudiera coger.

-Eres un gran amigo.-Dije mientras le pasaba el brazo por los hombros.
-No hace falta que me lo digas, ya lo sé.
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